Cuatro de cada diez hogares (42,2%) tienen jefatura femenina -entendiendo jefe de hogar como quien aporta la mayor proporción del ingreso familiar y tiene un rol preponderante en las decisiones-, el doble de lo que existía en 1990 (20,2%). Según datos de la Subsecretaría de Evaluación Social, el 73,4% de esos hogares liderados por mujeres son monoparentales, es decir, hay una madre soltera o separada a cargo.
Esto se traduce en cerca de 1,3 millones de hogares monoparentales y con jefatura femenina, que en su mayoría se concentran en la Región Metropolitana, con un 40,6% (más de 530 mil)
Al observar el comportamiento pertinente a productos financieros, de acuerdo a los últimos informes de la SBIF, estos dan cuenta de:
La deuda bancaria de las mujeres posee un componente habitacional porcentualmente mayor al de los hombres.
Consistente con lo anterior, las mujeres tienen una demanda más activa en los productos de ahorro para la vivienda. En efecto, dentro de su ahorro total, el asociado a la vivienda tiene una participación porcentual de unos 11 puntos mayor que la observada entre los hombres.
En relación a integridad financiera, se observa que las mujeres exhiben sistemáticamente indicadores de morosidad e indicadores de protesto de cheques menores a los de los hombres.
¿Porqué entonces no apoyar decididamente desde las empresas a este conjunto de mujeres que trabajan en sus campos laborales y del hogar al mismo tiempo, y muchas veces por sus padres?
Ellas representan lo mejor de nuestros principios y valores como sociedad, y trabajan abnegadamente, día a día, por un futuro mejor para sus hijos, aportando lo mejor a sus empleadores, y entregando su incondicional amor a nuestros adultos mayores.
Nuestro Programa de Bienestar para Trabajadoras, es una extraordinaria herramienta para ellas, representado por "Julia y su familia", por lo que les invitamos a invertir en esta herramienta, para un conjunto de trabajadoras que retribuirán con creces la inversión en la compañía y en nuestra sociedad.
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